Malos tiempos...

Hola amigos.

Malos tiempos sí, no son buenos. Practicamente terminales para algunos aunque otros aún siguen adelante. A veces, me dá la sensación de que estamos ante una carrera de fondo en la que el primero que llega a meta es el que pierde y el último, es el campeón. Supongamos que todos llegaramos, ya que probablemente algunos consigan salirse con la suya y no lleguen jamás. Afortunados éllos. Porque la carrera a la que me refiero, no interesa ganar a nadie. Paradógicamente, ésos serán los campeones. Los campeones en una hipotética carrera en la que de ésta forma, ya tendríamos perdedores o mejor dicho ¿ganadores?

Por ahora no digo más, porque la carrera aún no ha terminado y creedme que no quiero que acabe, preferiría que la pararan, pero cuando ocurra, si finalmente ocurre y que probablemente no tardará, ya hablaremos; aunque no sé desde donde.

En ese momento ya sabremos lo que la vida, ésa que viviremos solo una vez, nos tiene reservado en esta ocasión. Un drama para muchos, para una gran mayoría que vá creciendo a buen ritmo, a mal ritmo diríamos  y de la que algunos no saldrán, saldremos bien parados.

Esta carrera, se llama crisis. Crisis  que no perdona a nadie y de la que nadie sabe como salir. Unos, los políticos,  presumen de que sí, aunque en realidad debe tratarse solo de un intento de conseguir lo que en definitiva la mayoría de éllos persigue, “El poder”.

“El poder” y el poder decir, “Soy el que manda, soy el Puto Amo”; seguramente nunca lo dirán, al menos fuera del entorno de su manada de la que son líderes. Como dijera el amaestrador de la tele.

Pero no lo dirán, por éso, porque ahí está el truco; la forma de conseguir lo que quieren:

Dinero, poder para mangonear y en definitiva… el alarde de lo que consiguieron en sus vidas.

Tengo muy claro que no son soluciones lo que quieren o pueden aportar; el tiempo lo dirá,  porque si así fuera, si tuvieran algo de decencia, entonces harían lo que nadie ha hecho desde hace mucho tiempo, se unirían unos y otros, izquierdas y derechas, centros y extremos y propondrían una tregua, una tregua para dar soluciones… “Salgamos primero de toda esta mierda y después volvamos a la guerra si hace falta.”

Una vez hace ya miles y miles de días, algún maestro en mi escuela y digo bien, “maestro” (porque hoy se llaman profesores, pero profesores que si les cambian el examen, seguro que no aprobarían), me enseñó algo a cerca de cómo antes daban las soluciones a los problemas. En tiempos que muchos no vivimos y que otros no querrían volver a vivir jamás, los políticos, se pusieron de acuerdo.

Los políticos de la Restauración, que crearon la alternancia pacífica en la búsqueda de la estabilidad  monárquica; eran Cánovas y Sagasta. Se repartieron el poder entre éllos, con escándalos y una fuerte represión contra casi todo 

lo que andara en dirección contraria a sus ideas. Pero a pesar de éllo unieron sus fuerzas para lograr la estabilidad del sistema. Consiguieron incluso, introducir importantes reformas como el Sufragio Universal, la ley de Prensa o el Jurado.

Pero hoy, son otros tiempos…, hoy los intereses personales como siempre, siguen existiendo y desde luego, no estamos entre sus prioridades. “No somos de su manada” En fin… es lo que hay; pensemos que finalmente no acabaremos la carrera, o al menos, ése es mi deseo: “No acabar la carrera y por tanto, si bien no quedemos los primeros, al menos, no los últimos.” ¿O los primeros?... ¡¡Qué locura…!!

Alguien dijo alguna vez, que hablar de la crisis es promoverla, y callar es caer en el conformismo. Por tanto, en vez de esto, trabajemos nuestro talento y nuestras habilidades para encontrar soluciones, acabemos de una vez con élla y no caigamos en la tragedia de no querer luchar, porque si no, no lo conseguiremos.

(…)